¿Eyaculación con sangre?

Para cualquier hombre, ver sangre en el semen puede resultar alarmante e incluso provocar temor. Afortunadamente, no suele ser una señal de un problema grave, en especial en hombres menores de 40 años; al pasar esta edad debemos darle más importancia ya que puede ser síntoma de algún padecimiento mayor.

La sangre en el semen, llamada hemospermia,  es común en los hombres en algún momento de la vida.

Causas de la aparición de sangre en el semen

Para eyacular, el semen atraviesa una serie de tubos hasta llegar a la uretra. Los vasos sanguíneos que se encuentran en este trayecto pueden romperse por diversos motivos, lo cual provoca un derrame de sangre en el semen.

En muchos casos, no es posible determinar la causa exacta de la hemospermia. Según la Harvard Medical School [Facultad de Medicina de Harvard], la mayoría de los casos de hemospermia no son graves y pueden atribuirse a seis causas:

  • Inflamación e infección

La inflamación de las vesículas seminales es una causa frecuente de hemospermia. En esencia, la inflamación o la infección de cualquier glándula, conducto, tubo u órgano del aparato genitourinario masculino pueden provocar hemospermia. En esta categoría se incluyen la prostatitis (inflamación de la próstata), la epididimitis (inflamación del epidídimo) y la uretritis (inflamación de la uretra). La inflamación también puede producirse por una irritación producto de cálculos en la próstata, las vesículas seminales, la vejiga o la uretra.

Las infecciones de transmisión sexual, como la clamidia, la gonorrea o el herpes, también pueden provocar hemospermia, al igual que las infecciones víricas, bacterianas o parasitarias.

  • Obstrucción

Si se obstruyen conductos como el conducto eyaculador, los vasos sanguíneos circundantes pueden dilatarse y romperse. Si la próstata se agranda, puede ejercer presión sobre la uretra, lo cual puede provocar hemospermia.

  • Tumores

Los pólipos benignos o los tumores malignos en la próstata, los testículos, el epidídimo o las vesículas seminales podrían ocasionar hemospermia.

  • Anomalías vasculares

Las anomalías vasculares en el aparato genitourinario masculino podrían explicar la presencia de sangre en el semen.

  • Factores sistémicos

Las enfermedades que afectan a todo el organismo pueden provocar hemospermia. Entre ellas, se incluyen hipertensión (presión arterial elevada), hemofilia, leucemia y enfermedad hepática crónica.

  • Traumatismos y procedimientos médicos

Los traumatismos físicos, como los golpes en los testículos mientras se practica un deporte, pueden ser una causa de la hemospermia, ya que provocan que los vasos sanguíneos pierdan sangre, que se elimina con el semen. También existen determinadas intervenciones quirúrgicas, como un examen o una biopsia de próstata o una vasectomía, que pueden causar hemospermia.

Síntomas

La cantidad de sangre puede ser de una pequeña gota a la cantidad suficiente para que el semen parezca sangre y depende de la causa del sangrado. Además de sangre, quizás se manifiesten los siguientes síntomas:

  •  dolor al eyacular
  •  dolor al orinar
  •  dolor o inflamación en el escroto
  •  dolor en la zona de la ingle
  •  dolor en la zona lumbar
  •  sangre en la orina

Cuando buscar atención médica

A partir de los 40 años, corre un riesgo mayor de tener enfermedades como cáncer de próstata. Por este motivo, debes consultar al médico si observas sangre en el semen. El médico querrá detectar la causa de inmediato. Agenda tu consulta aquí .

Si tienes menos de 40 años y no manifiestas ningún otro síntoma además de hemospermia, espera un par de días para ver si desaparece sola. Si la hemospermia continúa o si empieza a tener otros síntomas como dolor o fiebre, agenda una consulta (puedes hacerlo aquí ) con el médico, quien quizás realice un examen de próstata o un análisis de semen y orina para determinar la causa de la hemospermia.

Es importante que recuerdes que la mayoría de las veces la sangre en el semen no representa un problema mayor y desaparecerá solo, sin embargo, debes estar atento a la duración de la afección y a la sintomatología para que el médico diagnostique correctamente en caso de ser necesario.