Los análisis generales de salud siempre incluyen la evaluación de la orina, pero ¿sabes por qué?. En este artículo vas a encontrar todo lo que la orina dice de tu salud.
La orina puede revelar información muy importante sobre el proceso de eliminación de desechos de tu cuerpo, brindándote pistas sobre tu estado general de salud.
Como hemos explicado en otros artículos, los riñones filtran al rededor de 200 litros de sangre al día; filtran el exceso de agua y los desechos solubles de ella, deshaciéndose de las toxinas y las cosas que de otra forma se acumularían y causarían alguna enfermedad.
Si notas cambios en la forma en la que se ve o huele tu orina, la causa podría ser falta de agua, la cena anterior, consumo de alcohol, etc., o bien, esto podría alertarnos sobre alguna enfermedad grave.
Si sospechas que tienes un problema de las vías urinarias, deberías consultar a tu médico. Los análisis de orina han existido desde hace más de 6,000 años y son herramientas sencillas y no invasivas para evaluar rápidamente el estado de salud.
La importancia del cambio de color en la orina
La orina es 95 por ciento agua y un cinco por ciento urea, ácido úrico, minerales, sales, enzimas y otras sustancias que podrían causar problemas si se les permitiera acumularse en tu cuerpo. La orina normal es clara y tiene un color amarillo pajizo, causado por un pigmento biliar llamado urobilina.
La orina cambia de color dependiendo de los alimentos que comes, los medicamentos y los suplementos que tomas, cuánta agua bebes, actividad física y la hora del día. Sin embargo, también las enfermedades cambian el color y otras características de la orina.
Con tantas variables, sin un análisis de laboratorios no siempre se puede estar seguro de qué es lo que está causando alguna característica en particular. A pesar de esto, las características de la orina nos brindan pistas sobre los problemas potenciales que se podrían estar desarrollando.
El olor en la orina
En un estado de salud sano, la orina no tiene un olor fuerte, si bien no es agradable, tampoco es tan desagradable. Pero si su olor es parecido al amoniaco, podrías tener una infección, cálculos renales o estar deshidratado. La deshidratación provoca que la orina sea más concentrada y algunas veces puede tener un olor más fuerte de lo normal, al igual que los alimentos ricos en proteína como la carne y los huevos. La menopausia, algunas enfermedades de transmisión sexual y ciertos trastornos metabólicos pueden aumentar el olor a amoniaco. Estas son algunas de las razones más comunes por las que puede cambiar el olor de su orina:
- Medicamentos o suplementos
- Ciertas enfermedades genéticas
- Ciertos alimentos – sobre todo los espárragos
- Infecciones en las vías urinarias
- La diabetes no controlada es conocida por hacer que la orina huela dulce, o algo menos común, es el olor a levadura.
La frecuencia con que orinas también es importante
Orinar de seis a ocho veces al día es el “promedio”. Probablemente vayas más o menos veces, dependiendo de cuánta agua tomes y qué tan activo seas. El aumento de la frecuencia puede ser causado por una vejiga hiperactiva (contracciones involuntarias), cafeína, infección en las vías urinarias (IVU), cistitis intersticial, crecimiento benigno de la próstata, diabetes o una de las muchas enfermedades neurológicas.
Es importante ir a orinar tan pronto sienta la necesidad. Retrasarlo puede causar una sobredistensión vesical y no regresar a su tamaño normal, infecciones, problemas en la vejiga, entre otros padecimientos.
Ahora puedes entenderlo mejor. La orina es la ventana a los mecanismos internos de tu cuerpo y puede funcionar como un “sistema de alerta temprana” para detectar problemas de salud.
El factor más importante en la salud las vías urinarias es beber suficiente agua purificada y fresca todos los días. La mala hidratación es el factor de riesgo número uno de los cálculos renales y es muy importante es la prevención de IVUs. Recuerda mantenerte hidratado y no sobrehidratado ya que también resulta contraproducente.
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Por último, limita tu consumo de cafeína y de alcohol, ya que pueden irritar las paredes de tu vejiga. Incluye magnesio en tu alimentación y evita el azúcar (incluyendo fructosa y sobre todo los refrescos, son terriblemente malos). Y por favor, cuando tengas ganas de ir al baño, ve, no te aguantes.
