Los riñones y la vejiga son dos órganos esenciales en nuestro cuerpo, además de ser básicos para el sistema urinario, forman parte del sistema linfático, que es el encargado de eliminar toxinas de nuestro organismo. Como consecuencia, siempre tenemos que mantener estos órganos en buen estado y “protegidos” para evitar infecciones y enfermedades.

Problemas más comunes del riñón y la vejiga

• Problemas de control vesical: incontinencias.
• Infecciones.
• Dificultades para filtrar la sangre correctamente.
• Cambios en la pared de la vejiga (ya no puede retener tanta orina como antes).
• Bloqueo en la uretra.

¿Cuándo debo consultar al médico?

• Cuando tenemos fiebre, escalofríos, vómitos y cansancio extremo.
• Cuando sentimos ganas de orinar de forma continuada.
• Cuando sentimos dolor al orinar o presencia de sangre en ella.

Pautas para cuidar de mis riñones y mi vejiga

Limpiar nuestros riñones y vejiga cada tres días

Si cada tres días le damos un descanso a nuestros riñones esto va a suponer que alarguemos su vida y su buen funcionamiento, protegiendo además la salud de nuestra vejiga. ¿Cómo conseguirlo? De un modo muy sencillo, cada tres días elimina de tu dieta los siguientes alimentos:

• Café
• Alcohol
• Bebidas azucaradas y gaseosas.
• Alimentos muy altos en proteínas.
• Sal.

Estas sustancias son muy irritantes y hacen que nuestros riñones trabajen el doble de lo habitual.

Jugos adecuados para su correcto funcionamiento

• Jugo de arándano natural, su poder antioxidante y protector del sistema urinario, evita las infecciones, impide que se adhieran las baterías a la pared de la vejiga y lo hace esencial para estos órganos, nos depura y es esencial que lo consumamos diariamente.
• Jugo de zanahoria, además de muy sabroso y refrescante, es ideal para purificar la sangre y facilitar el trabajo de los riñones.
• Jugo de uvas, es una fuente maravillosa de minerales, nos ayuda a eliminar el ácido úrico y promueve la regularización del ritmo cardíaco.

Incrementa el consumo de verduras

Consumir verduras crudas es un aspecto realmente indispensable ¿La razón? Ellas nos aportan enzimas vivas que perdemos si las cocinamos y que son básicas para el proceso de limpieza de nuestro organismo. De ahí que te recomendemos que las consumas crudas siempre que te sea posible. A continuación te reflejamos las verduras adecuadas para cuidar de nuestra vejiga y riñones.

• Espárragos: tienen propiedades diuréticas que estimulan el funcionamiento de nuestros riñones, eliminando toxinas y estimulando la evacuación de orina.
• Espinacas, ricas en minerales, nos desintoxican y nos ayudan a limpiar los riñones.
• Apio, perfecto para ensaladas o incluso en infusión. Es diurético y rico en minerales.
• Betabel, un excelente desintoxicante renal.
• Judias blancas, excelentes para el riñón.

Hierbas para nuestros riñones y vejiga

• Ortiga y diente de león: son diuréticas, nos limpian los riñones y eliminan el ácido úrico.
• Perejil: No importa cómo lo tomemos, crudo o en infusión, es una hierba excelente para limpiar los riñones, para ello bastaría con hervir un manojo de perejil durante 10 minutos en 2 litros de agua, luego lo dejamos reposar, lo colamos y lo llevamos a la nevera. Lo intentaremos consumir en cinco días, para luego descansar una semana. Ello hará que nuestros riñones se limpien y se elimine de su interior todo vestigio de sal.

Debemos pensar que la salud de nuestros riñones y de nuestra vejiga depende básicamente de nuestra alimentación, por lo que hay que evitar la comida alta en grasas, consumir sal, alcohol, dulces… todo ello hará que los riñones dejen de filtrar y purificar correctamente nuestra sangre, sufriremos cálculos renales y tendremos problemas de corazón.

Si está en nuestra responsabilidad el cuidar de nuestra salud para tener una buena calidad de vida, no estaría mal que prestáramos especial atención a nuestra dieta e incluir en ella algunos de los alimentos que te hemos recomendado, si a ello le añades algo de ejercicio diariamente, consumir agua natural y evitar el estrés, tu cuerpo lo va a notar. Y vale la pena, sin duda.